Descripción
En la antigua Grecia, la gente creía que el ámbar concentraba el poder del sol. Los trozos de piedra, con insectos u hojas adentro, han sido considerados una poderosa herramienta mágica a lo largo de la historia. En algunos países del Este de Europa la gente todavía guarda trozos de ámbar en las casas para protegerse de incendios y rayos.