El poder
de las piedras
naturales

Piedras auténticas y preciosas

¿Quién no ha deseado tener un rubí? ¿O una esmeralda o un zafiro?

Son piedras preciosas y no imposibles de tener. En realidad, son minerales que presentan distintos grados de pureza y que pueden estar al alcance de todos. Las piedras que te ofrecemos en Luz de Luna son completamente auténticas y preciosas. Rubís, esmeraldas, zafiros, malaquita, jade, lapislázuli, turquesas, coral, labradorita, ónix, ópalo, aguamarinas, piedra luna, cuarzo, turmalina, ojo de tigre, granates, perlas, ágatas, amatistas, nácar, hematites, cuarzos… Son decenas los tipos de piedras que te podemos ofrecer.

Joyas Nácar Luz de Luna

Todas tienen una belleza especial, reflejos ocultos y múltiples historias y creencias que se impregnan a su brillo y forman parte de ellas. Las tallas son distintas, las puedes encontrar engarzadas, facetadas o en cabujón, a modo de corazón, de pera, radiantes….

Las piedras preciosas y semipreciosas forman parte de la historia del hombre desde sus inicios. La joyería ha acompañado la evolución humana como una forma de sofisticación, cultura y muestra de la admiración por la belleza.

Asociadas a creencias espirituales y religiosas

Durante siglos, este tipo de piedras han estado asociadas a creencias espirituales e incluso religiosas. Por ejemplo, el rubí es la más admirada en la India, la reina de la piedras. Los antiguos lo llamaban ‘carbúnculo’ porque recuerda al carbón encendido. El rubí es la piedra natural de los nacidos en el mes de julio. Se cree que facilita las decisiones, calma las pasiones y se le asocia con la cicatrización de las heridas. El lapislázuli es una de la piedras más frecuentes en la joyería del antiguo Egipto. La famosa máscara de Tutankamón está repleta de lapislázuli, donde algunos ven un cielo bordado de estrellas. Esta piedra estaba ligada al culto a la diosa Isis, era un amuleto protector. Se le atribuían propiedades terapéuticas como curar la gota y el insomnio.

La debilidad de
la reina Cleopatra

Pero ya hacia el año 2000 a de C. la gema que cautivaba a otra reina egipcia, Cleopatra, era la esmeralda. Las denominadas minas de Cleopatra se encontraban en el Alto Egipto, y de ellas salían las piedras más bellas para montar los collares de la reina más famosa de Egipto.

La esmeralda aparece con frecuencia en los mitos y leyendas: se dice que era la gema que Lucífer llevaba en la frente cuando fue expulsado del cielo y también era la piedra con la que estaba hecho el Santo Grial. Se consideraba un potente talismán que podía, entre otras muchas cosas, devolver la vista y proteger de la picadura de las serpientes.

Pulseras piedras preciosas Luz de Luna

Las piedras
del aire

El zafiro es el mineral más duro después del diamante, y ya era usado por egipcios y romanos en trabajos de grabado. Su azul tiene múltiples matices e intensidades. Se la incluye entre las llamadas ‘piedras del aire’, que los antiguos consideraban directamente caídas del cielo. Era el símbolo de la justicia divina, de la esperanza, del coraje, de la confianza y de la alegría de vivir.

Anillos Ámbar Luz de Luna

Topacio, para calmar pasiones

El topacio se utilizaba para calmar las pasiones, proteger los campos de granizo e incluso se mantenía dentro de la boca para proteger de la peste. El topacio puede ser amarillo, naranja, rosado, rojo, azul e incluso violeta, es muy brillante y ofrece maravillosos juegos de luz.

Piedras auténticas y preciosas

¿Quién no ha deseado tener un rubí? ¿O una esmeralda o un zafiro?

Son piedras preciosas y no imposibles de tener. En realidad, son minerales que presentan distintos grados de pureza y que pueden estar al alcance de todos. Las piedras que te ofrecemos en Luz de Luna son completamente auténticas y preciosas. Rubís, esmeraldas, zafiros, malaquita, jade, lapislázuli, turquesas, coral, labradorita, ónix, ópalo, aguamarinas, piedra luna, cuarzo, turmalina, ojo de tigre, granates, perlas, ágatas, amatistas, nácar, hematites, cuarzos… Son decenas los tipos de piedras que te podemos ofrecer.

Todas tienen una belleza especial, reflejos ocultos y múltiples historias y creencias que se impregnan a su brillo y forman parte de ellas. Las tallas son distintas, las puedes encontrar engarzadas, facetadas o en cabujón, a modo de corazón, de pera, radiantes….

Las piedras preciosas y semipreciosas forman parte de la historia del hombre desde sus inicios. La joyería ha acompañado la evolución humana como una forma de sofisticación, cultura y muestra de la admiración por la belleza.

Joyas Nácar Luz de Luna

Asociadas a creencias espirituales y religiosas

Durante siglos, este tipo de piedras han estado asociadas a creencias espirituales e incluso religiosas. Por ejemplo, el rubí es la más admirada en la India, la reina de la piedras. Los antiguos lo llamaban ‘carbúnculo’ porque recuerda al carbón encendido. El rubí es la piedra natural de los nacidos en el mes de julio. Se cree que facilita las decisiones, calma las pasiones y se le asocia con la cicatrización de las heridas. El lapislázuli es una de la piedras más frecuentes en la joyería del antiguo Egipto. La famosa máscara de Tutankamón está repleta de lapislázuli, donde algunos ven un cielo bordado de estrellas. Esta piedra estaba ligada al culto a la diosa Isis, era un amuleto protector. Se le atribuían propiedades terapéuticas como curar la gota y el insomnio.

Descubre nuestras piedras más especiales

La debilidad de
la reina Cleopatra

Pero ya hacia el año 2000 a de C. la gema que cautivaba a otra reina egipcia, Cleopatra, era la esmeralda. Las denominadas minas de Cleopatra se encontraban en el Alto Egipto, y de ellas salían las piedras más bellas para montar los collares de la reina más famosa de Egipto.

La esmeralda aparece con frecuencia en los mitos y leyendas: se dice que era la gema que Lucífer llevaba en la frente cuando fue expulsado del cielo y también era la piedra con la que estaba hecho el Santo Grial. Se consideraba un potente talismán que podía, entre otras muchas cosas, devolver la vista y proteger de la picadura de las serpientes.

Pulseras piedras preciosas Luz de Luna

Las piedras
del aire

El zafiro es el mineral más duro después del diamante, y ya era usado por egipcios y romanos en trabajos de grabado. Su azul tiene múltiples matices e intensidades. Se la incluye entre las llamadas ‘piedras del aire’, que los antiguos consideraban directamente caídas del cielo. Era el símbolo de la justicia divina, de la esperanza, del coraje, de la confianza y de la alegría de vivir.

Topacio, para calmar pasiones

El topacio se utilizaba para calmar las pasiones, proteger los campos de granizo e incluso se mantenía dentro de la boca para proteger de la peste. El topacio puede ser amarillo, naranja, rosado, rojo, azul e incluso violeta, es muy brillante y ofrece maravillosos juegos de luz.

Piedras preciosas, pero no imposibles