La Navidad es una época en la que las emociones se acentúan. Tanto las buenas como la malas. Y también es un momento del año en el que el cuerpo nos pide paz y reconciliación. No podemos cambiar a las personas, pero sí podemos tender puentes. A veces lo haremos de forma explícita, extentiendo una mano abiertamente, ofreciendo amor y sosiego pero para lograr que las otras personas sean receptivas a esos sentimientos a veces necesitamos ayuda.
La naturaleza nos ofrece siempre una respuesta. Y en el caso de las gemas, en su mano está favorecer que las energías fluyan en el sentido correcto y que las personas limpien sus malos rollos y se muestren dispuestas a ser felices.
Cada gema tiene sus propiedas y nos favorece en función de nuestra personalidad y circunstancias. Sin embargo, hay piedras que son generosas en extremo y ofrecen beneficios a todos aquellos a lso que puedan alcanzar. Os recomendamos algunas perfectas para estas fiestas. Lo más adecuado es llevarlas siempre en contacto con el cuerpo, lo ideal es en forma de joya.
Cuarzo rosa
La energía del cuarzo rosa es tan armónica que se le llama la “piedra del amor”. Es una piedra sedante y relajante que favorece la armonía y la amistad. Esta gema se relaciona con la capacidad de expresar el amor y sobre todo de atraer el amor hacia su portador.
Es perfecta para estados de depresión, ansiedad, nervios o inquietud. Una de las palabras clave que define al cuarzo rosa es “consuelo”.
Cuando el corazón está cerrado, el cuarzo rosa ayuda a abrirlo y lo va sanando. Es la piedra perfecta para meditar.
Amatista
La amatista es casi la gema perfecta, no solo porque regala una belleza maravillosa a quien la lleva, sino porque genera múltiples propiedades a cada cual mejor. La amatista aumenta el nivel de consciencia y favorece los estados espirituales, la conciliación, la superación y la renovación. Y es un gran protector frente a energías negativas. Ofrece serenidad y confianza. Su energía es femenina, cálida y fuerte, y funciona especialmente bien en las mujeres.
Leonardo da Vinci escribió que la amatista tenía la propiedad de alejar los pensamientos oscuros y de incrementar las cualidades de la mente.
Aguamarina
El aguamarina podría considerarse la piedra de la reconcialiación, porque permite abrir la mente, aporta confianza y valor, y sobre todo ayuda a que se exprese la dulzura y la armonía. Transforma la ira en calma y paz interna a través de un proceso progresivo de cambio de carácter que buscará la serenidad y la armonía.
La influencia de la aguamarina aporta lucidez, claridad de ideas, pensamientos y proyectos, por tanto ayuda a tomar decisiones.
Es, además, una piedra preciosa y uno de los minerales más apreciados por los magos de todos los tiempos.